Hoy día de la hispanidad, jornada en la que se celebra el día del nacionalismo exacerbado (escogido precisamente para recordar una de las mayores gestas perpetradas desde nuestras tierras, el descubrimiento, expoliación, esclavización y genocidio de las tierras americanas y de sus habitantes) me gustaría hablar de este concepto tan peregrino.
Y es que no logro comprender esta posición que tan extendida se encuentra hoy en día, ya que no puede defenderse desde ningún tipo de razonamiento, simplemente se nos dice que es un sentimiento que se tiene de ser parte de una nación. Y en teoría una nación es la unión de una cultura, una tierra y un conjunto de personas. Sin embargo esta unión la considero terriblemente ilusoria, ya que sí, es cierto que muchas personas compartimos una misma cultura y vivimos en un mismo lugar, pero a mí ni siquiera me cae bien mi madre, ¿cómo puede ser que ame a tanta gente que ni conozco? ¿Sólo porque hablan mi lengua o porque tienen unas costumbres parecidas? Pues vaya chorrada.
Lo peor de este supuesto sentimiento, al que yo veo tan sólo como una de las muchas ideas alienantes que pululan por nuestra admirable sociedad, es que tiene pocas, por no decir ninguna, consecuencias positivas. Véase:
- El nacionalismo suele conducir a los prejuicios e incluso aparecen conductas agresivas ante aquellos considerados extranjeros (racismo, fascismo…)
- Al alienar a la población con el sentimiento nacional se produce el control casi total por parte del poder (muere por tu patria, trabaja hasta la muerte por la madre Rusia…)
- El individuo pasa a no ser más que parte de una masa considerada como la nación, intentándose así que pierda su personalidad.
Y así podríamos seguir durante mucho tiempo, pero son las 2 de la mañana y no tengo más ganas de criticar. Resumiendo, el nacionalismo no es defendible desde la lógica y no es más que una idea inculcada que provoca más sinsabores de los que en principio parece.
"El que se siente patriota, el que cree que pertenece a un país es un tarado mental. La patria es un invento. ¿Qué tengo que ver yo con un tucumano o con un salteño? Son tan ajenos a mi como un catalán o un portugués, una estadística, números sin cara. Uno se siente parte de muy poca gente, tu país son tus amigos y eso si se extraña." Martín H (grandiosa película)
Etiquetas: Crítica social
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