Publicidad hasta entre la sangre

En mi casa habitualmente durante la cena se enciende el televisor y se sintoniza antena tres, cadena en la que a esas horas se emite el telediario. También es habitual que preste poca atención a las "noticias", porque la verdad, no me gusta ver cadáveres de accidentes de coche, cadáveres acribillados por las balas americanas, cadáveres kurdos, muerte y sangre sin parar. La verdad, ya tengo muy claro que el ser humano no ese ser descrito por los humanistas, el hombre es un ser brutal, burdo, una simple caricatura de los ideales que predicamos. Somos injustos, violentos, asesinos, ladrones, traicioneros, inconscientes. El ser "inteligente" por excelencia.

Bueno, que me desvío del tema, tras todas esas noticias de muerte, batallas, guerras o también esas en las que se expone nuestra estupidez en los máximos exponentes (vean a todos nuestros políticos), últimamente entre las "noticias" y los deportes han introducido una nueva concepción del telediario. Son las noticias publicitarias. Este nuevo enfoque le está dando al telediario de antena tres una gloria y una calidad informativa sin precedentes en la historia de los medios de comunicación.

Para que entendáis esta fenomenal idea, hará alrededor de una semana emitieron un reportaje de "A fondo" sobre unas bodegas de vino. El reportaje en sí versaba sobre las bondades del vino de esas bodegas y de la localidad donde se encontraba, hablando continuamente de su sello de origen, adonde se exportaba el grandioso sabor del vino de la bodega (incluso aparecía un "catador profesional" para explicarnos lo buenísimo que era). Otro de los "reportajes" trataba sobre un pueblo restaurado para convertirlo en una especie de conjunto de casas rurales. Este presentaba esta transformación como hecha por una pareja de nosedonde que habían logrado devolverle la vida al pueblo; a los 10 segundos aparecía la mujer integrante de la pareja con la apariencia de ejecutiva agresiva hablando de las bondades y lo genial que sería invertir nuestro dinero en pasar una semanita en su recién restaurado pueblo-negocio.

Sinceramente, no veo apenas la tele porque no me gustan los programas que se emiten, y cuando hay alguno decente (house, o alguna película interesante, cosa harto difícil) los atiborran de anuncios y acabo tan harto que prefiero entrar en cualquier web de pando y baj... digo, prefiero verlos a través de internet y librarme de tanto anuncio. Pero es que ya ni el dichoso telediario que está para "informarnos" (de una forma siempre objetiva, nunca manipulada) se libra del ataque publicitario. Empezaron introduciendo anuncios de 10-15 segundos entre los deportes y el tiempo; luego los alargaron e introdujeron más. Pero es que esto ya empieza a indignar. Camuflar un spot publicitario de 5 minutos como un reportaje es bastante repulsivo, y más si tenemos en cuenta que lo introducen entre noticias que, aunque sean repetitivas y sólo busquen la atención, sigue siendo nuestro mayor medio para conocer lo que pasa a nuestro alrededor. Aunque los criterios para emitir noticias sean bastante burdos o interesados, creo que desde un telediario se debería tener la suficiente entereza moral como para "contar las cosas tal y cómo han pasado", no dedicarse a convencernos para que compremos, gastemos y hagamos lo que nos digan.

En mi, adolescente, sincera y crítica opinión creo que un telediario no está para vender o buscar la audiencia, sino para que podamos saber que es lo que pasa en el mundo sin subjetividad añadida y sin miras a la alieniación. Eso sí, para acabar no estoy diciendo que no veáis el telediario de antena tres, al fin y al cabo en televisión todo es lo mismo. Tan sólo lo he utilizado como ejemplo porque es el que veo a diario y por tanto el que mejor conozco.

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