Radicalización

Últimamente me estoy empezando a asustar realmente. Y es que cada día que pasa veo una noticia más preocupante que la del día anterior, narrada con una pasividad pasmosa. Y no me refiero a esas noticias habituales que pueblan nuestras máquinas atontadoras de sangre y muertos en una multiud increíble de regiones del mundo. A pesar de lo triste de estas noticias son incluso más preocupantes a las que yo me refiero.

Porque hace unos cuantos días vi aquello del contrato para inmigrantes que proponía el Oh Gran Rajoy!, que con su obligación a cumplir las costumbres españolas dejaba una laguna legal bien amplia para los alegatos racistas del tipo "Expulsen a ese ecuatoriano, no cumple con la costumbre de adorar los toros ni de hacer la siesta" Pero bueno, al fin y al cabo era una promesa electoral procedente de Mariano, un doble argumento para desechar esta idea como posible, aunque parece que la quiera llevar a cabo en serio. Pero en fin, lo que sí que me ha asustado de verdad ha sido al escuchar los siguiente hoy: "La unión europea planea realizar un registro de los ciudadanos extranjeros que atraviesen sus fronteras, mediante registros tanto escritos como biométricos"

Sí señores, ahora a los inmigrantes los apuntan en listas para tenerlos vigilados en previsión de posibles ataques terroristas o futuros delitos cometidos por los extranjeros. Ahora los estados van a imponer el código de barras a los extranjeros. ¿Os trae algún recuerdo de alguna época, bastante negra y de las más avergonzantes para la humanidad? ¿No? Pues para los que no se les ocurra, me estoy refiriendo a los años de la posguerra de la 1ª Guerra Mundial. Sí, esa época en la que un tal Adolf fue subiendo escalafones en la escala política mediante su discurso racista en el que inculpaba a los extranjeros residentes en Alemania de su postura de tremenda debilidad económica (causada por los efectos de una guerra devastadora para este país, así como de las condiciones que tuvieron que aceptar los alemanes para la rendición. ¿Os va sonando? El paro es culpa de los inmigrantes, los bajos sueldos, la criminalidad... Aunque estos problemas tengan en realidad una causa mucho más compleja que la simple culpabilidad de unos tipos que vienen a este país acuciados por una necesidad enorme, incluso muchos huyendo de la guerra y la hambruna.

Pero lo que ha diferenciado desde siempre a los grandes líderes políticos ha consistido en saber conducir al rebaño del pueblo sin que éste se dé cuenta. Que conste que digo grandes porque hay que reconocerles cierto talento, aunque sea realmente despreciable que alguien utilice sus dotes para engañar o al menos ocultar la verdad para ostentar el poder. Uno de los métodos más simples y tradicionales de lograr establecerse en el poder consiste en un sistema muy simple: ante el surgimiento de uno o varios problemas, que por lo general tienen difícil solución (en una sociedad, los problemas que debe afrontar un verdadero dirigente son complejos y de lenta solución) crear un demonio que sea fácilmente identificable como la causa de éste (aún sin serlo) y que el pueblo lo odie por ello, para que distraigan la vista de los verdaderos medios de acabar con el problema en sí.

Ese es el sistema que se está llevando hoy a cabo. Porque no nos engañemos, aunque suene un poco exagerado desde el televisor se nos bombardea el racismo y el miedo a la inmigración. Claros ejemplos, la continua emisión de crímenes cometidos por inmigrantes (poniendo un sonoro acento en su nacionalidad), las campañas que están realizando ciertos políticos de "centro", en fin, que los aires de xenofobia vuelven de nuevo a nuestras calles y es normal que las nuevas generaciones capten estas ideas (alguien que se educa en sociedad está claramente influenciado por ésta) y los plasmen en sus acciones.

No sé por qué, pero esta sociedad cada vez se está radicalizando más y se están volviendo a ver los tintes de otras épocas que no fueron precisamente el orgullo de nuestra raza (superando a toda la vergüenza continua de nuestra historia): los estados de nuevo tienen listas de los extranjeros para la "seguridad" (Heil Hitler!), los alegres chavales que apalean en las calles a inmigrantes y rojos de nuevo pululan en nuestras ciudades (camisas negras - neonazis/skins), los políticos utilizan discursos racistas en sus campañas (contrato para inmigrantes), los partidos de ultra-ultra-derecha son permitidos y la izquierda empieza a cojear (democracia nacional y sus preciosos carteles, alianza nacional... - caza de brujas vasca ante cualquier indicio de indepentismo, eso sí, justo antes de las elecciones, ¿casualidad?).

La situación se está radicalizando cada día más, y no sé dónde llegaremos. Pero se está extendiendo la crisis económica y con este nuevo despertar popular del adormecimiento polítco/"democrático" las consecuencias pueden ser imprevisibles. Yo desde luego, en casita encerrado no me pienso quedar; en la lengua china, crisis es la misma palabra que oportunidad.

1 comentarios:

Aeleaonor dijo...

siiiiiiii claro crisistunidad, dejando a parte este comentario de una fanatica de esa famosa serie. No creo que radicalizarse antes esa radicalización sea una gran opción.puesto que yo también me estoy radicalizabdo quizas no sea la mas apropiada para decirlo pero...radicalizarse seria lo mismo que hacen ellos y no podemos igualarnos a una mente nazi. Aunque nadie nos quite las ganas de manchar nuestras manos es un error.Pero de algun modo debemos luchar contra ese fascismo creciente entre los jovenes.y nuestra tare ahora es encontrar esa forma de LUCHAR contra esto.Animo camaradas!!